Desde 1903 hasta 1942
El Museo de Reproducciones Artísticas quedó entregado a la dependencia exclusiva del Instituto, por orden de la superioridad de 1903. Hemos tenido ocasión de ver el acta/inventario que se hace el 3 de Marzo de ese mismo año en el propio salón del Museo, en presencia de los señores Marqués de San Nicolás, como presidente de la Junta de Obras; Antonio Jimeno, como director del Instituto; Manuel Jiménez, sobrestante de construcciones civiles y Luis Lafuente, como director de la Escuela de Artes e Industrias, comprobando que se hace la recepción no solo del salón sino también de todos los efectos que tenía acumulados la citada Escuela. Allí quedaron entonces 11 pinturas en lienzo, con las que se iniciaba la colección de pintura del siglo XIX y los vaciados de escayola que tenía reunidos hasta entonces la Escuela de Artes: 17 bustos, 18 pequeñas figuras de máscaras, pies y manos, 31 adornos diferentes, 9 cuadros bajorrelieve, 12 columnas y 32 estatuas y grupos escultóricos; así como los pedestales y estantes de madera correspondientes. Hay que decir que apenas unos meses antes (entre el 31 de agosto y el 2 de septiembre de 1903), algunas estancias del Instituto habían sido convertidas en Palacio Real con motivo de la visita girada a la capital por el monarca Alfonso XIII y los infantes Carlos y María de las Mercedes de Borbón. Concretamente el Salón del Museo se había transformado en comedor real y en una de las fotografías publicadas en el nº 8 de la revista "La Ilustración Española” (el 8 de septiembre de 1903) se pueden contemplar muchos de los elementos artísticos antes citados, entre la ornamentación que tuvo el salón a tal efecto. Como consecuencia de esta visita, la Diputación Provincial cedió en beneficio del Instituto algunos de los objetos que había adquirido para el servicio de tan relevantes visitantes. Ignoramos sobre cual de los Bibliotecarios recae la responsabilidad del Museo, pues en 1903, Eulogio Gómez Pérez es el bibliotecario de la Particular del Instituto y Sotero Irasarri, como Archivero de Hacienda, comparte la titularidad de la nueva Biblioteca Provincial y del Instituto. Sotero Irasarri había sido nombrado conservador del Museo Provincial ( el que se situaba en los locales de la Beneficencia) en el curso 1901/1902. Si era la persona designada por el Rectorado para el cuidado del nuevo Museo, reuniría en aquel mismo año los cargos de Archivero de Hacienda, Bibliotecario de la Provincial, Conservador del Museo Provincial y Conservador del nuevo Museo. Demasiados cargos para una sola persona, aunque es cierto que era la única que pertenecía al Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos. No es que quede despejada la primera duda, pero lo que sí parece claro es que al menos desde 1911, el Museo de Arte del Instituto queda al cuidado de un conservador, independientemente de los bibliotecarios del Instituto. Vacante la plaza de conservador, se nombró según lo prevenido en la normativa vigente a Francisco Valiente Sáenz, que era bedel de la Escuela Industrial y de Artes y Oficios, con sueldo anual de 1.500 pesetas. El señor Valiente hace inventario detallado del Museo en Octubre de 1914 y dice tener: “... como misiones la custodia, limpieza y conservación de las figuras y lienzos pintados que hay en los tres salones que componen el conjunto del Museo con la obligación de tenerlos abiertos al público desde las diez de la mañana a la una de la tarde todos los días no festivos aunque -declara- como obsequio al público mantiene abiertos todos los días del año.” El primer inventario publicado es de 1919 y se edita por la Imprenta y Librería Moderna como “Primer Catálogo del Museo de Arte instalado en el Instituto General y Técnico de Logroño” en el que Ruperto Gómez Segura, profesor de la Escuela de Artes e Industrias, autor del mismo, incluye relación de todas y cada una de las piezas, a las que añade una breve descripción. Dice el autor del catálogo que el Museo se ha formado gracias a la iniciativa y gestiones hechas en Madrid por el hijo predilecto de la ciudad Amós Salvador Rodrigáñez, que tiene una placa agradeciéndole sus servicios en una de las paredes del Museo y aduce a la falta de espacio el que no se pueda contar con más nutrido número de obras y añade como lamento, que las que tiene, no estén adecuadamente instaladas. Hasta 1919, el Museo cuenta con 73 esculturas antiguas de los artes Egipcio, Griego Clásico, Helenístico, Griego final, Romano e Ibérico/Hispano; otras 115 esculturas modernas de los artes: Románico, Ojival, Renacimiento Italiano y Español, Neo-clásico y Contemporáneo y cuenta también con 24 retratos y 59 cuadros diferentes. Nos referimos por ejemplo al Marqués de Luque que colaboró desde Madrid en el transporte de algunas expediciones de objetos; a José López Mosquera, magistrado de la Audiencia de Logroño, donante de diversos objetos recuperados en Numancia; a José Villegas, pintor de renombre envidiable y Director del Museo Nacional de Arte que, en cumplimiento de una promesa realizada a Amós Salvador, dona un cuadro de su firma para el Museo; a Pilar Jiménez, a Hipólito Bergasa o al propio Ruperto Gómez, igualmente donantes de algunas piezas; o a Roque Cillero a quien en 1928 se le nombra Director Honorario del Centro y se decide su ingreso en la Orden Civil de Alfonso XII fundamentándose, entre otras cosas, en su encomiable labor a la hora de hacer la instalación primera del Museo.
Hay que añadir un nuevo dato que incluso hoy nos tiene algo confundidos. En noviembre de 1940 el Claustro se dio por enterado de la donación que el Teniente-médico, Manuel Luengo Tapia, hace de cuatro cuadros de diversos autores, entre ellos uno de su propia madre y, desgraciadamente, no parece que se encuentre entre los que todavía custodia el Instituto, ni entre los que custodia el Museo de La Rioja. Se dice en la Memoria del Centenario que: “ ... El Museo de Reproducciones Artísticas, que dependía de la Escuela Elemental de Artes e Industrias, pasó el 27 de Marzo de 1903 a propiedad directa del Director del Instituto y desde entonces merced a las gestiones practicadas por Don Amós Salvador, entusiasta de este Instituto donde realizó sus estudios de Bachillerato, comenzaron a ser trasladados a nuestro Museo las mejores reproducciones del arte clásico y una magnífica colección de cuadros, las primeras como donación y los segundos en depósito procedentes de los Museos Nacional y de Arte Moderno, y puede dar idea de la importancia del material que atesora, el hecho de que en la exposición del Libro del Mar celebrada este año en Barcelona, ha figurado el cuadro de Pedro IV el Ceremonioso, cuyo retorno a este Museo de donde salió estamos esperando...” Hasta nosotros han llegado varias fotografías realizadas por "Limorti" (cuyo establecimiento fotográfico estuvo en General Mola nº 116) de las que no tenemos fecha exacta pero que por los años que duró la citada casa fotográfica en esa dirección, debieron hacerse en el primer lustro de los cuarenta. En ellas queda constancia del gran uso dado a las dos salas del Museo: la principal y la antesala que se ven abarrotadas de vaciados y pinturas y en ellas se puede contemplar el magnífico artesonado en escayola del que hacía gala la sala principal constituyendo una de las piezas ornamentales más atractivas del proyecto original del arquitecto Luis Barrón, que igualmente había planteado para el Salón de Actos y fatalmente desaparecida como la anterior y el cielo de la escalera principal, del que hoy seguimos disfrutando. Actualmente estamos trabajando sobre un “Índice cronológico de los detalles más importantes, conocidos y documentados del Museo Histórico, Arqueológico y Artístico del Instituto de Logroño”, desde los orígenes hasta el curso 1942/43; igualmente, estamos inmersos en el estudio de la “Reconstrucción, muy aproximada de la incorporación de fondos...” a la citada dependencia, haciendo indicación de la fecha de incorporación, su procedencia, sus autores y detalle de las distintas ubicaciones hasta llegar a la que actualmente tienen. | |
Fuente: D. Fernando Ramón Blanco Martín
http://www.iessagasta.larioja.edu.es/elsagasta/museos/museo2.htm